Cómo fomentar el lenguaje en los niños

El mejor consejo y el más importante es que seas su modelo. Cuando juegues con tu peque, narrar  lo que estás haciendo le ayuda a comprender su entorno. Es importante utilizar frases cortas y directas que pueda comprender fácilmente, como “vamos a secarte” “la toalla es amarilla” “la toalla es suave”. Las frases simples y concisas, aunque a veces gramaticalmente incompletas, ayudarán a tu hijo a comprender los fundamentos del lenguaje.

Vocaliza y utiliza palabras sencillas. Los conceptos más sutiles del lenguaje se aprenden con el tiempo, ahora se trata de que vayan absorbiendo la variedad y riqueza del lenguaje que le proporcionas.

Olvida la tecnología

Todas las investigaciones demuestran que pasar dos horas o más al día frente a pantallas puede tener efectos negativos en el desarrollo cognitivo del niño. Retrasando incluso la adquisición del lenguaje. La tecnología no puede sustituir a jugar con tu hijo con sus juguetes y materiales.  La tecnología es una buena herramienta para la educación, pero con moderación.

Un muñeco parlante no puede convertirse en el profesor de tu peque. Entreteniéndole con luces y frases repetitivas, en vez de aprender jugando contigo.

Procuramos preparar el ambiente de nuestros hijos para que tengan todo de manera accesible para ellos, y eso es fantástico  porque les fomenta la autonomía. Pero reserva algo que quede fuera de su alcance, quizás un juguete o libro concreto, para que pueda interactuar contigo pidiéndotelo. Así tu peque se comunicará contigo con un propósito. Y si aún está en la fase de señalar sin palabras, explícale con palabras lo que está señalando.

La lectura es un potenciador del lenguaje y de afianzar vínculos emocionales con nuestros hijos. No te demores en iniciarte en la lectura. Leerle en voz alta, le permitirá reconocer sonidos, aprender nuevas palabras o asimilar expresiones del lenguaje. Además, de disfrutar de la lectura, fomentado el interés por los libros, alentando la imaginación y un tiempo de calidad con nuestros peques.

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A los niños les encanta participar en actividades para “adultos”. Invitar a tu peque a que ayude con las tareas de casa, como lavar la ropa y cocinar, son excelentes ejemplos de actividades para aumentar las habilidades del lenguaje. Usa con tu hijo instrucciones simples a seguir, como “enharinar” o “dame un calcetín”. Y continúa nombrando las acciones que hacéis a lo largo de la actividad, “estamos doblando”, “guardando la ropa” o “poniendo la mesa”

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Los juguetes de concepto abierto son los que se pueden usar de diferentes maneras en diferentes rangos de edad. Por ejemplo, los bloques se pueden usar para construir una torre, un castillo, una carretera o una casa. Los juguetes de concepto abierto promueven el pensamiento creativo y aumentan las habilidades de juego de simulación, mientras que los juguetes cerrados solo sirven para un propósito.

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Usa contenedores sensoriales

Los contenedores sensoriales son recipientes que contienen elementos de diversas texturas, formas y tamaños, mezclados para fomentar la participación de los niños. Estos elementos imprescindibles no solo promueven las habilidades del habla y el lenguaje, sino que también encienden otros aspectos del cerebro, incluida la regulación emocional y las habilidades motoras finas. Podéis llenarlos con todo tipo de artículos, como sus coches favoritos y arena, su colección de pequeños animales y avena. Por supuesto, el contenido varía según la edad (evita los elementos de peligro de asfixia para los niños más pequeños) y la capacidad del niño.

Las artes y manualidades sencillas son una gran actividad para promover las habilidades del habla y el lenguaje. Ayuda a aprender a seguir instrucciones, hablar sobre los elementos necesarios para cada paso y que nuestros peques tengan que pedirnos materiales. Además, a través de las manualidades, se desarrollan todo tipo de habilidades y destrezas como la motricidad fina, la concentración y la coordinación.

La cocina es el lugar más completo de la casa. Donde más se puede aprender. Permitir que tu hijo ayude a cocinar  es perfecto para seguir instrucciones, pedir o usar diferentes verbos. Algunas propuestas en la cocina pueden ser que nuestro peque prepare su propia merienda, cocine plastilina para jugar más tarde o haga un dulce para disfrutar en familia. Cocinar con los niños también es una gran actividad si nuestros peques están pasando un mal momento con la comida . Involucrarlos en la preparación de la comida puede ser el mejor estímulo para que se la coman luego.

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Los juegos de mesa y otros juegos por turnos (como atrapar una pelota) son excelentes para trabajar en la paciencia y la solicitud.  Los juegos por turnos se pueden utilizar para promover las habilidades del lenguaje social, ya que los niños a menudo necesitan pedir un turno, esperar, seguir las reglas de un juego y participar con un buen “espíritu deportivo”.

Otra gran rutina, que a menudo consideramos una molestia, se puede convertir en una gran oportunidad para obtener una gran cantidad de habilidades lingüísticas. Llevar juguetes al baño, agregar burbujas, cantar canciones familiares o hacer pintura para el baño son complementos perfectos.

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Si bien estos consejos y trucos para aumentar las habilidades lingüísticas parecen simples, los padres a menudo se encuentran dificultades para decidir qué actividades hacer o por dónde empezar.  No hay necesidad de salir corriendo y comprar juguetes nuevos; algunas de las mejores interacciones lingüísticas se muestran al realizar actividades con elementos que ya están en el casa. Si lo dudas echa un vistazo a todas las posibilidades que hay con los cosas que tenemos por casa: 40 Cosas de casa para jugar.