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Me perdono. La culpabilidad materna

sentimiento de culpa en la maternidad

Hay muchos temas sobre maternidad de los que nadie te advierte, lo aprendemos cayéndonos una y otra vez. Pero hay uno en especial que pocas veces se menciona. La culpabilidad. Quizás porque la mayoría de las madres lo hemos asumido como inherente a nuestra labor materna y nos la tragamos a diario para acabar royéndonos por dentro, minándonos y agotándonos como personas. Por eso hoy entono un alto y claro: Me perdono.

Las mujeres, aún no sé muy bien el porqué, tenemos una inmensa capacidad de culpa. Asumimos responsabilidades, una tras otra, y nos autoexigimos ser perfectas en todas. Inevitablemente esto conlleva y desencadena la culpa. Esa mísera sensación de no haber alcanzado los objetivos autoimpuestos y que no nos hace encajar en el prototipo que nosotras mismas hemos idealizado. Prototipo que nos viene dado generación tras generación, y siempre a más, siempre a ser más cercanas a la perfección. Y si a este hecho del carácter femenino le añadimos la condición de ser madre, hace que la culpa se escriba con mayúsculas y se convierta en un lastre emocional doloroso.

Ejercicio de perdón

Por eso hoy os invito a hacer este ejercicio. Perdonaos. Tomad papel y lápiz, y haced una reflexión íntima y sincera. Como la que he acabado haciendo yo casi cuatro años después de haberme convertido en madre.

Me perdono, por no ser la madre perfecta que yo misma espero de mí. Por no ser la edulcorada imagen de una revista, siempre feliz, siempre sonriente, saltando, bailando y cantando con mi hija. No, no siempre tengo ganas de jugar, pero me perdono por ello.

Me perdono por haber perdido mi propio horizonte, por haberme olvidado de mi propia existencia y hasta haberme anulado como persona. Pero me perdono, porque me ha hecho encontrar nuevas perspectivas y encontrar un yo personal que desconocía. Ahora soy un yo mejor. En realidad no me perdí, sólo me estaba buscando y no lo sabía.

Me perdono por los enfados, los gritos que se me escapan, las malas caras, por haber querido huir, no una, ni dos, sino mil veces. Me perdono, por olvidarme muchas veces de las herramientas de la disciplina positiva que predico. Pero me perdono porque soy consciente de todos los errores y eso me hace mejorar.

Me perdono por querer y necesitar estar sola. Completamente sola y en silencio. Encerrándome en mí misma. Y sí, en el baño también.

Me perdono por no haber tenido todas las respuestas cuando nació mi hija. Por no haber sabido contestar a la enfermera que puso a mi hija al pecho por primera vez y lo convirtió algo desagradable. Me perdono por no haber metido a mi hija en mi cama desde la primera noche. Me perdono por haber intentado no darle una toma del pecho, porque necesitaba descansar. Me perdono por haber sido una sombra que la llevaba y la traía doblegada por el sueño constante.

Me perdono por hacerla mayor, por olvidar que sigue siendo solo una pequeña que me necesita con todas sus fuerzas. Verles desenvolverse, interactuar y crecer no significa que sean mini adultos. Me perdono por olvidar que su cerebro aún está desarrollándose, junto con su capacidad de empatía y de raciocinio.

Me perdono por evitar los espejos, por no adularme, por no ver nada positivo en mí. Me perdono por ser benevolente con todos, menos conmigo misma. Me perdono por no cuidar mi cuerpo, mi mente y mi espíritu.

Me perdono por anteponer a todos y a todo, y yo ser siempre la última.

Me perdono por no haber sabido todo lo que sé ahora. Me perdono por lo que no sé ahora y sabré con el tiempo.

Me perdono y en este acto asumo mis responsabilidades, pero no mis culpas. Esas ya las he llorado y todavía, mientras escribo, siguen doliendo. Me perdono porque sólo soy una madre intentando ser la mejor versión de si misma para su hija.

Me perdono. O al menos lo intento. Y tú, ¿te perdonas? Cuéntame.

Te espero en el próximo post y mientras en nuestro día a día en Instagram

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10 comments

mamay1000cosasmas -

Cuanta razón tienes y nos cuesta mucho verlo y aceptarlo. Aceptarnos a nosotras mismas y a hacer lo que queremos y sentimos y no lo que se espera. Gracias por escribirlo

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loscuentosdemamasite -

Gracias por tus palabras. Es demasiado lo que nos exigimos y olvidamos la realidad

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trasteandoconsoraya -

Me encanta el post, identificada en algunos me perdono y me has hecho reflexionar y pensar un poco más en mi. Muchas gracias.

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Elizabeth -

Una reflexión tan necesitada de escuchar como de escribir. Sí, me perdono por no saber ser la que idealize sin ser madre, porque estoy siendo lo mejor que se!! Gracias por tus palabras

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loscuentosdemamasite -

Gracias, muchas gracias por tu apoyo

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loscuentosdemamasite -

Gracias a ti por recibirlas y hacerlas tuyas. Un abrazo

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Funtastic Mom -

¡Cuánta verdad! Verdades que parecieran ser oscuras, ocultas y solitarias, pero que a todas nos pasa! Gracias por recordarnos que la importancia del perdón también es para nosotras mismas

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mipequenavictoria -

¡Precioso! Me he emocionado mucho.

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loscuentosdemamasite -

Mil gracias, no sabes cuanto me alegro que mis palabras te hayan llegado 😘

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