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Comienzo del colegio. Ansiedad por separación

mi hijo no quiere ir al colegio

Ya sea la primera vez que van al colegio. Como la vuelta al mismo después del verano. Ya sea en unas clases extraescolares, como en un taller de actividades. Sea como sea, ellos sufren. Y nosotros con ellos. Esa ansiedad por separación, por apego, no es nada fácil de gestionar para ninguna de las partes implicadas. Y a veces se traduce en que no quieren ir al colegio.

El año pasado fue el primer curso de mi chiquitina y nuestra primera gran separación. Ella no había ido a guardería y estaba acostumbrada a estar conmigo siempre. Durante mucho tiempo, mucho, escuché aquello de: “deberías llevarla aunque sólo fuera un año para que se acostumbrara” “ya verás, lo va a pasar muy mal”. Mis ideas estaban claras, mi hija no tenía que recibir el entrenamiento previo de una separación. Mi hija no tenía que acostumbrarse a estar sin mí, sino que ella tenía que aprender a vivir nuevas experiencias en las que yo ya no estaría siempre presente, para luego compartirlas conmigo.

Mi mayor preocupación no era que mi hija tenía tuviera que “acostumbrarse a”, sino que ella sintiera o pensase que la estaba abandonando. Durante todo el verano le estuvimos explicando cómo sería todo. La dinámica de nuestro día a día, de que al dejarla allí ella jugaría y luego yo estaría en la puerta esperándola. Si alguna vez se sentía mal, sólo tenía que hablar con su profesora, porque estaba allí para ayudarla y protegerla. Que la queríamos muchísimo y que no dejaríamos de pensar en ella en ningún momento.

Visité con ella su colegio y la que sería su clase, conocía de antemano a una de sus compañeras de clase y procuramos coincidir con ella varias veces en verano, paseábamos alguna vez por delante de su futuro colegio, viendo el camino que haríamos.

El primer día pinté en su mano y en la mía unos pequeños corazones, para que recordara que yo estaría esperándola, que no estaba sola, que nuestro amor era inmenso y aún sin estar a su lado, no dejaba de estar. Al salir el primer día, me abrazó muy fuerte y me dijo al oído: “Cuánto me alegro” ¿De qué cariño?, le pregunté. “De verte”

Afortunadamente su adaptación fue muy buena, entraba y salía feliz. Jugaba sin cesar y participaba en todo. Yo seguía pintando en su mano corazones o la inicial de nuestros nombres. Pero llegó un día que no quiso entrar. Un día mi hija no quiso ir al colegio. Venía de estar un par de días malita y afirmaba que no quería ir porque se aburría, que ya no quería pintar más, ni hacer más plastilina, ni nada más. Durante una semana lo pasamos muy mal. Ambas. Ella lloraba desconsolada. Su mirada era de desesperación, de sentir que la estaba abandonando allí. Su profesora nos ayudó mucho, me mostró cómo mi cuerpo podía querer decir algo diferente a lo que mis palabras decían. Yo podía estar diciéndole: “Tranquila, estarás bien. Mamá, viene enseguida”, pero mis brazos abrazarla queriéndola retener. Así que tuve que hacer de tripas corazón para ayudarla. Ya que al recogerla, mi hija estaba feliz, a los pocos minutos, mi hija estaba jugando e integrada. Eso me hacía pensar que debíamos ayudarla en ese tránsito y pude aprender todo esto:

Cómo aliviar la separación

  • Nunca te escapes. Nunca desaparezcas sin que tu hijo sepa que te has marchado. Eso les genera muchísima inseguridad y ansiedad. Ellos deben saber que te vas y que volverás.
  • Dile dónde estarás. Con todo lujo de detalles. Qué vas a hacer, por dónde irás, qué tomarás. Por ejemplo: Ahora voy a ir a comprar pan, de ese tan rico que te gusta, luego voy a trabajar, hoy tengo mucho que hacer, tomaré algo para desayunar y luego iré a hacer un par de recados. Luego será la hora de venir a recogerte.
  • No le digas que no llore. Jamás impidas sus emociones. En ese instante ellos están sufriendo y están aprendiendo a reconocer e identificar sus emociones. Y no hay que sentir vergüenza por ello, es sano, es natural, es normal. Pude ver cómo a un niño le decían que no llorara, que era un niño y los niños no lloraban. En una sola frase le estaban reprimiendo sus emociones para el resto de su vida por ser niño.
  • Esto pasará. Sí, como todas las etapas y situaciones que habéis vivido ambos juntos. Pasará y tu hijo estará bien. Y si vuelve a pasar, que puede ser y es normal, sabréis sobrellevarlo juntos.
  • Sé benevolente y flexible tanto con tu peque, como contigo mismo.
  • Háblale en positivo. Si su profesora es muy simpática, cuántos compañeros para jugar, que de colores para pintar, qué clase tan bonita y con cuántos juguetes…
  • Ponte en sus zapatos y háblale comprendiéndole. Ponle palabras a lo que siente:
    • Sé que estás triste y que es difícil separarte de mí, pero volveré y eso es lo que aún estás aprendiendo
    • Sé que tienes miedo, es normal, no conoces a nadie. Pero piensa que los demás sienten lo mismo que tú. Todos estáis asustados
    • Si lloras, si te sientes mal, si estás preocupado, tu profesora estará allí para ayudarte y escucharte
    • Estar contigo es lo más maravilloso del mundo, por eso estaré esperándote aquí para volver a estar contigo

Te dejo este libro para los peques de entre 3 y  5 años, porque a ellos siempre les resulta mucho más fácil identificarse con un personaje que está viviendo su misma situación.

libro Olivia no quiere ir al colegio

Espero que estas ideas puedan ayudaros en vuestra separación, sé que es realmente doloroso para los dos y más aún cuando cae sobre ti la parte más racional de intentar mantener la calma para ambos. Un abrazo y si quieres saber más de mí no dudes en suscribirte al blog y de seguir nuestra conversación diaria en Instagram

Y te dejo también este otro post sobre la culpabilidad materna porque, sin duda, sé que el sentimiento de la culpabilidad al vivir esta situación aparecerá.

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2 comments

Vanessa Martínez -

Está extraordinario !! Me encantó me ayudó a identificarme con mis emociones y además nos das herramientas como manejar la separación. Me encuentro pasando por esa etapa con mi segundo hijo y de verdad estoy agradecida con Dios y contigo porque llegó a mis manos en el momento indicado. Un fuerte abrazo para ti !!!!

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loscuentosdemamasite -

Me emociona saber que te pueda haber ayudado en algo. Es una etapa terriblemente dura para ellos y para nosotras. La sensibilidad está a flor de piel y necesitan, necesitamos, la mayor comprensión y amor.

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