A los niños les gusta la lluvia. Es agua, ese medio natural y maravilloso lleno de posibilidades infinitas de juego y diversión. Así que supera tus propios temores a resfriados y prepara a tu peque para disfrutar de un día de lluvia. No nos quedemos en casa, salgamos a vivir y sentir. Sin móviles, sin pantallas, sólo la lluvia y risas.
Más allá de nuestros miedos a enfermedades, la lluvia es saludable, limpia el ambiente y nos proporciona sensación de bienestar. En los países en los que siempre está lloviendo, la vida no se paraliza. Aquí llueve y ya nos quedamos en casa, resguardando a los niños del agua. No digo que salgamos cuando se desencadena una lluvia torrencial o una tormenta, pero un poco de lluvia, ¿qué tiene de malo?
Consejos para jugar fuera un día de lluvia
- Lo primero es el equipamiento. Ese que les mantendrá secos y a nosotros un poco más tranquilos. Ropa impermeable y unas buenas botas de agua serán los aliados perfectos para que no se estropee la diversión. Aquí dejo los que se encuentran en mi lista de deseos.
1 Impermeable con reflectantes. Libre de PVC. Material blanco y cómodo/ 2 Pantalones impermeables con reflectantes. Con suave forro interior de tela.
- Establecer unos límites que te hagan sentir cómodo sobre lo que está permitido y lo que no. Ya sabemos que algunos niños son más prudentes y otros bastantes más osados. Jugar fuera de casa un día de lluvia es divertido, pero no tiene que convertirse en un juego fuera de control.
- Llévate una pequeña toalla. A veces habrá que secar cara o manos.
- Ten a mano una bolsa grande para meter las botas e impermeables mojados, antes de entrar en casa. Y lleva zapatos y algún jersey de abrigo para el cambio. De repente seguro que sentirán frío. Después de tanta emoción saltando y corriendo con ropa impermeable, cuando paran sienten el cambio de temperatura.
- Un baño caliente. Terminar la jornada con un agradable baño de espuma puede ser la guinda de este especial pastel.
Ideas sencillas para jugar con la lluvia
- Ir a saltar charcos. Esto es pura diversión. No lo dudes. Ese chapoteo, saltar, mojar, y risas y risas. Recuerda, con la ropa adecuada, no tienes de qué preocuparte.
- Abrir la boca e intentar atrapar gotas de lluvia. Es realmente curioso lo que les divierte esto.
- Soplar burbujas. Coge un pompero y preparos para ver cómo explotan al contacto con la lluvia. Pero cuidado, si a tu peque esta idea de ver desaparecer las pompas no le gusta. Guárdalo rápidamente.
- Sí, pintar. Coge unas tizas y a pintar. Podéis probar mientras llueve o después de la lluvia. Con la humedad los colores se intensifican y se van difuminando, completamente diferente al efecto en seco. Pintad vuestro propio arcoíris para este día de lluvia.
- Jugar con barro. Para los más osados. Busca un lugar con tierra, después de que el agua haya hecho su labor. Mejunje natural para jugar a preparar pasteles o innovadores recetas llenas de hojas, palos y frutos de árboles. Recuerda es barro, el agua hará que desaparezcan todas las manchas. El rato de diversión y aprendizaje sensorial no lo borrará nada 😉
¿Te he convencido para jugar afuera con la lluvia? ¿Te he convencido para que no tengas que andar buscando listas interminables de actividades para hacer en casa, juegos y películas? Eso estará bien si la lluvia continúa y continúa, pero estos juegos previos serán memorables. ¿Qué te parece? ¿Te animas? ¿Sí o no? ¿Por qué? Si tienes más ideas para jugar con la lluvia, no dudes en dejarlas en comentarios para seguir aprendiendo.
Espero que te ha gustado este post y si quieres saber más de mí asegúrate de suscribirte a mi blog y de unirte a nuestro día a día en Instagram.