Los botones atraen, sus luces, colores, sonidos artificiales y preparados para seducir a los más pequeños, observar la relación causa-efecto de manera inmediata y con “efectos especiales”, sin duda son muy atractivos todo este tipo de juguetes. No se puede negar la evidencia. Pero ¿queremos realmente que un robot luminoso, con voz metálica y música repetitva y estridente, se convierta en el compañero de juegos de nuestros hijos?
¿Fomentamos así su imaginación o sencillamente se convierten en meros espectadores de estos fantásticos artilugios?
El entusiasmo inicial acaba cediendo paso a una interacción mínima, quizás por eso este tipo de juguetes tienen un mensaje de reclamo cuando no se pulsa ningún botón, para seguir captando la atención del niño, para que no se distraiga jugando, imaginando y creando, para que vuelva a sentarse frente a él, y así quizás los padres no sientan que han malgastado el dinero.
Mi chiquitina tiene exactamente 4 juegos de este tipo, ninguno comprado por nosotros, cuando me los pide se los doy, la observo, los usa en busca de la música, pero no espera más de ellos. Si se los retiro no los echa más menos, no tiene la necesidad de tenerlos, no los reclama.
Así que continúo con mi máxima de no ofrecer, no negar.
A su disposición siempre tiene todo aquello que le permite crear, imaginar y soñar. Todo con lo que puede jugar sola y acompañada. Todo lo que enriquece su desarrollo natural. Todo lo que le inspira y le deja comprobar sus propios logros personales. Todo lo que le hace ser ella misma.
9 comments
Sin duda los objetos que, no hacen nada ¡LO HACEN TODO EN SU IMAGINACIÓN! en casa esta más que comprobado, genial reflexión.
Gracias. La imaginación tiene un gran poder y hay que estimularla siempre 😊
Una bonita reflexión, en casa hay un poco de todo y a su alcance para que ella decida con lo que le apetece jugar y la verdad que suele jugar más con todo lo que puede dejar volar su imaginación.
La imaginación siempre gana y decide 😍
esa es la mejor opción, crear!
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Muy buena reflexión. A nosotros nos dejaron una mesa de actividades y al principio me pareció un chollazo. Es de esas mesas que hacen ruido, muchas luces, canta una canción del abecedario (demasiado pronto para enterarse a la velocidad que va) y un gusano que dice laaaargo, corto. Nada que no aprendan fácilmente con cualquier juego más sencillo y sin distracciones. Eso sí, ocupa más espacio que la mesa y la silla para leer o pintar. Sabes para que me ha servido con la peque? Para subir y bajar desde bien pequeña al sofá con su correspondiente riesgo ni la ha mirado. Así que totalmente de acuerdo contigo.
Reblogueó esto en Historias de Giselley comentado:
Mamá y papá los mejores juguetes 😀
(Prueba, volviendo a la vida digital)
[…] ya que hablamos de juegos quizás os apetezca leer esta reflexión sobre los juguetes que invitan a crear y pensar, y los que invitar a pulsar un […]