Tus hijos, sus amigos y una tarde en casa. Comenzamos a pasar más tiempo en casa y también las reuniones de los peques en casa de uno u otro. Eso es genial, les entusiasma, visitar la casa de otro amiguito es la oportunidad de jugar con juguetes nuevos, es todo un acontecimiento, es una novedad. Evidentemente se ponen nerviosos y mucho más aún después de todo el día en el cole, con el cansancio que ya acumulan, aunque lo nieguen, y que mezclado con nervios y entusiasmo, desencadena ese estado de euforia que todos conocemos, en el que lo mismo están jugando felices, que discutiendo por una diminuta pieza.
Así que observando todo aquello que iba sucediendo en las citas con amigos de mi chiquitina, ya fuera en casa o visitando la de otros, fui sacando ciertas conclusiones que podían apoyar y relajar esos momentos.