Ir a la playa con niños. Y disfrutar

Ir a la playa con niños es toda una aventura, bueno, más que aventura, reto. Lo primero que tienes que hacer es bajar tus expectativas. Olvídate de volver a tumbarte a tomar el sol, leer un libro o darte un baño tranquilamente. Eso ha pasado a la historia, asúmelo. Ahora toca jugar, saltar olas, construir castillos, tener mil ojos, poner crema y limpiar mucha arena. Y nada de esto debería ser aburrido, ni lo suficientemente estresante. Sólo hay que organizarse bien para ir a la playa con niños, y disfrutar.

La playa es un medio perfecto para los niños. Sensorial, natural, lúdico, saludable, todos los beneficios que se puedan pensar los reúne la playa. Así que no te dejes influir por otros factores que te puedan estresar y disfrutad juntos de la experiencia. Ir a la playa con niños, siempre es un buen plan.

Buscad una playa familiar y que reúna todos los servicios indispensables para la comodidad con los peques. Sí, durante un tiempo olvídate de playas salvajes y demás, porque la seguridad es lo primero para la tranquilidad de todos.

Evidentemente, evitad, siempre las horas centrales de sol para que no haya riesgo de insolación o quemaduras. Y por supuesto sigue todas las indicaciones con respecto a los bebes menores de un año.

¿Qué llevar a la playa con niños?

Y ahora viene lo divertido: ¿Qué me llevo a la playa con niños? pues lo básico, de verdad. No pretendas montar un parque de atracciones en la playa a base de mil bártulos porque eso os va a generar muchísimo estrés y lo de ir a la playa con niños se va a convertir en toda una odisea.

Lo más importante: protección solar. Ponla media hora antes de ir a la playa y ve renovándola cada dos horas. Ya sabemos que a veces se resisten a que se las pongamos, así que juega a rociarles y que se dibujen sobre ella, o bien ponles pegotitos y que ellos se los tengan que unir. Un poco de imaginación para la protección. Y mientras que no la uséis dejadla a la sombra o incluso dentro de la nevera si os lleváis a la playa.

Sombrilla, toallas, para los peques hay unas toallas capas que son muy cómodas y a ellos les divierten muchísimo. Bañador de repuesto, si ya usan. Gorro o gorra, para que la cara esté protegida.

Agua fresca. Con antelación llena hasta la mitad botellas con agua y congélalas. Luego sólo tienes que rellenarlas con agua y así tendréis agua fresca durante más tiempo. Otra opción son estas botellas especiales de acero quirúrgico que mantienen el agua fría hasta si la dejamos a pleno sol.  Fruta variada. Sándwiches y bocadillos fáciles y cómodos de preparar. Snacks saludables como pueden ser estos crackers de garbanzos

Y por supuesto juguetes para la playa: cubos, palas, rastrillos, o un kit para hacer una pirámide... Podéis ir llevando cada día diferentes opciones, como raquetas, petanca, juegos de anillas, e incluso algún juego de cartas, algún juego de mesa especial para llevar o un dominó si los peques ya dominan y así podéis estar algún tiempo sentados. Que siempre viene bien, ¿verdad?

Además si te haces con una bolsa de rejilla para recoger los juguetes de la playa todo será muchísimo más fácil. Vamos a procurar llevarnos el menor número de arena posible 😉 Si has seguido mis consejos y has elegido una playa con todos los servicios, dispondrás de duchas y lava pies para salir de la playa lo más limpios y cómodos posibles. En cualquier caso ten siempre a mano un bote de polvos de talcos. Este truco es infalible para quitar los restos de arena de piernas y pies. Anótatelo.

Y ya sólo queda que disfrutéis, tal y como ellos lo hacen. La playa es fuente de salud y diversión, relajaos y disfrutad. Por cierto si tienes algún truco o consejo que quieras compartir dejádmelo en comentarios y así todos aprendemos.