50 Consejos de autocuidado para mamás
El autocuidado de las madres es un tema del que se habla con mucha frecuencia. Escuchamos muy a menudo que las madres nos tenemos que cuidar, pero la verdad es que eso de cuidarnos no se nos da muy bien a las mamás. Con demasiada facilidad nos olvidamos de nosotras mismas, dejándonos para el último lugar. ¿Qué sucede entonces? Que acabamos saturadas y explotando por lo más mínimo, incapaces de gestionar nuestras emociones antes los conflictos del día a día o de los desbordes emocionales de nuestros hijos e hijas.
Pero, ¿qué es el autocuidado? Te voy a contestar lo que NO es para mí el autocuidado. Para mí cuidarme no es ir a comprarme algo o sentarme al final del día a ver un capítulo de mi serie favorita con un trozo, o dos, o más, de chocolate. Eso no es autocuidado. ¿Está bien? Sí, pero no es lo que necesitamos para sentirnos mejor en la crianza de nuestros hijos e hijas. Estos son solo parches, pequeñas bocanadas de aire, de alguien que se está asfixiando ante la carga mental, la saturación, la incapacidad de conciliar o los problemas diarios. No, necesitamos algo más.
Si estas de acuerdo conmigo, en que las madres necesitamos mucho más que esto, que necesitamos un autocuidado pleno que nos recargue las pilas, que nos devuelva la energía y las ganas de continuar en esta inmensa labor de la crianza, quédate a leer estas 50 ideas de autocuidado para mamás. Toma nota para que nunca te falte inspiración. Y, por supuesto, compártelas con todas las mamás amigas a las que quieras ayudar.
50 Ideas de autocuidado para madres
Hay muchas más formas en que podemos priorizarnos a nosotras mismas y a las cosas que nos aportan alegría y energía para que no nos perdamos en la maternidad y el cuidado de los demás. Hay hábitos y actividades que podemos hacer que no cuestan dinero y que nos aportarán la calma y desconexión necesarias.
1.- Leer un libro
Leer es una de las mejores terapias que podemos realizar para cuidarnos. Reducimos la velocidad de nuestra rutina, nos relajamos y crecemos personalmente. Relee algo que te gustara. O ve a la biblioteca. Son gratis. Personalmente recomiendo cualquier libro de Dolores Redondo, de Isabel Allende o de María Dueñas.
2.- Andar
Cualquier tipo de ejercicio es bueno para nuestra salud física y mental. Así que andar puede convertirse en un plan terapéutico de lo más reconfortante. Mejorará nuestro estado de ánimo, nos ayudará a dormir mejor, nos proporciona vitamina D, reduce el estrés y nos aporta energía.
3.- Escribir
Escribe. Elige una libreta y desahógate. Aunque no lo hayas hecho nunca, no estés acostumbrada o te sientas ridícula. Escribe todas aquellas palabras que no puedes o no quieres decir en voz alta. Libérate de todos los pensamientos y sentimientos del día.
4.- Meditar
Sí, ya sé que resulta complicado o parece que nunca tienes tiempo. Pero meditar, aunque sólo sean 5 minutos, nos aporta grandes beneficios. Una pausa, un silencio buscado y una relajación general. No hace falta que hagas grandes meditaciones, si te cuesta trabajo, como a mí, haz uso de alguna aplicación para ayudarte a concentrarte y relajarte a través de tu respiración.
5. Arréglate
Es realmente fácil dejarse llevar por ese sentimiento de no arreglarse y de ponerse lo más cómodo. Pero la realidad es que cuando nos vemos arregladas, nos sentimos mejor. Sin perder la comodidad puedes verte mucho mejor si piensas con detenimiento lo que te vas a poner. Nuestros estado de ánimo se beneficiará.
6. Bebe más agua
Indispensable y aunque no tengas sed. No solo sirve para hidratar nuestro cuerpo, también nuestro cerebro. Justo ese lugar donde habitan las emociones. Yo siempre comienzo el día bebiendo un gran vaso de agua.
7.- Crea una rutina nocturna de cuidado de la piel y cúmplela
Si eres como yo que te olvidas, pierdes el interés o te acabas agobiando con tanta tarea al final del día, intenta ser constante para regalarte un cuidado extra por la noche. Puedes agrupar tus favoritos en una cesta y llevártelos al sofá para hacerte la rutina mientras ves algo que interese en la televisión. Ya tienes un dos en uno. Una simple mascarilla de arcilla verde puede ser una gran solución.
8. – Escucha audiolibros
Puede ser que no consigas el tiempo suficiente para poder sentarte a leer un libro, así que te recomiendo los audiolibros. A mí me encanta escuchar libros mientras cocino o limpio. Hay muchas plataformas con catálogos amplísimos de libros y últimas novedades.
9.- Escucha un podcast
Al igual que te recomiendo los audiolibros, no dejes de buscar un podcast de tu interés. Es una de las mejores maneras de aprender, entretenernos y conectarnos con todo lo que está fuera de nuestras rutinas. Me encanta escuchar podcast en la cocina, cuando salgo a caminar o mientras limpio.
10.- Hazte la manicura
Dedícate un tiempo extra cuidando tus manos. Saca tu neceser, cuida, hidrata y pinta tus uñas. Cuando veas tus manos te reconectará con ese momento de relax.
11.- Duerme la siesta
Sí, ya lo sabemos no siempre es posible. Pero si hoy es ese día, relájate, no te sientas culpable y échate una siesta. Te lo mereces.
12.- Rutina de maquillaje
Tómate tu tiempo y maquíllate. No hace falta que sea un gran maquillaje, o sí, a tu gusto. Incluso, si hace falta, mira un tutorial.
13.- Canta
Haz una lista de reproducción con todas esas canciones que te llenan de energía y cuando lo necesites, canta. Ya bien en la ducha, o en el coche. Desahógate y libérate de todos los sentimientos que te ahogan en la garganta. El autocuidado puede ser así de fácil.
14.- Dormir más
De nuevo el sueño. Es una función biológica vital y la falta del mismo provoca enfermedades y graves trastornos, sin olvidarnos de lo muchísimo que afecta a nuestro estado de ánimo y humor. Ya sé que al llegar la noche, sientes que quieres aprovechar el tiempo y dedicarte algo para ti, despierta. No siempre es la solución. Si tienes sueño, duerme. Vete a la cama antes y recupérate.
15.- Perdona
Sí, es muy complicado. A mí me pasa la primera. El daño que nos han hecho se queda clavado dentro de nosotras, pero la verdad que al aferrarnos a ello estamos dejando que nos siga haciendo daño. Olvídalo, déjalo pasar. Ni tan siquiera es necesario ponerse delante de esa persona y decírselo, tan sólo con que tú lo sientas es suficiente para avanzar.
16.- Perdónate a ti misma
La culpabilidad materna es uno de los peores males que sufrimos las madres. Deja de mortificarte y de autoflagelarte. Todas las personas cometemos errores, pero debemos reconocerlos y perdonarnos. Es un buen ejercicio para nuestros hijos e hijas, ver como su madre se perdona y es benevolente consigo misma.
17.- Dedícate unas afirmaciones positivas
Mírate en el espejo y dedícate unas afirmaciones positivas con las que mimar tus emociones y tu persona. A veces resulta difícil o nos sentimos raras haciéndolo. Yo, a veces, sencillamente las escribo o las pienso. Pero, al igual que le dedicamos buenas palabras a los demás, debemos hacerlo con nosotras mismas. Si no sabes qué decirte aquí tienes 30 ejemplos de afirmaciones positivas.
18.- Encuéntrate con alguna amiga
No es necesario que quedéis a comer o tomar algo, simplemente saliendo a pasear es suficiente. A veces, es lo único que necesitamos para arreglar un mal día. El ser humano necesita conectar con otros, forma parte de nuestras necesidades vitales. Así que desahogarte, compartir, reír o llorar con una amiga te beneficiará mucho.
19.- Haz un uso correcto de las redes sociales
Sigue solo a cuentas y personas que te inspiren, alienten o te hagan sentir bien. Y, por supuesto, deja de seguir aquellas que te hagan sentir mal, culpable o menos valorada. Usa las redes sociales de manera moderada y de tal manera que te reporten cosas buenas. Y no que entres en ellas para sentirte menos, comparándote con todo lo que ves.
20.- Practica yoga o pilates con YouTube
Otra buena forma de autocuidado es con la práctica de yoga o pilates. Después de una sesión y de una buena ducha, te sentirás mucho mejor. Sí, ya sé que es cuestión de tiempo, pero si es necesario levántate antes, tu cuerpo te lo agradecerá.
21.- Aliméntate bien
Todas las madres sabemos que, muchas veces, nos puede la ansiedad y acabamos pegándonos atracones de comida basura para apaciguar el estrés. Todo está en nuestra mente, así que procura no comprar nada de lo que luego te arrepientas de comer y sustitúyelo por más frutas y verduras.
22.- Bailar
Si antes te recomendaba cantar, no debemos olvidarnos de bailar. Mover el cuerpo al compás de nuestra música favorita hará subir nuestro nivel de energía rápidamente. Dale al play y a disfrutar.
23.- Cocina para ti
Siempre piensas en platos que les puedan gustar a tu familia, sus favoritos. Pero, ¿y tú? Planifica el menú de la semana y no te olvides de ti, de lo que gusta, de tu plato favorito. Saboréalo, es tu momento. Cuídate. Mímate
24.- Apaga el teléfono
Tranquila, no se va a acabar el mundo. Siempre que puedas, apaga el teléfono y desconecta. En demasiadas ocasiones vivimos obsesionados con estar conectados, con responder. No, simplemente es tan sencillo como conectar con la realidad más cercana a ti en ese momento. Ya verás lo mucho que se llega a disfrutar de este modo de autocuidado.
25.- Haz un bizcocho
Quien dice un bizcocho, dice unas magdalenas, unas galletas, pan. Lo que te apetezca. Hornear resulta de lo más gratificante. Hacer algo por nosotras mismas y esperar con paciencia mientras la casa se llena un agradable aroma. Hornear es terapéutico, no lo dudes.
26.- Limpieza de armario
Ordena y saca de tu armario todas aquellas prendas que ya no te quedan. Siempre digo que si no me lo he puesto en el último año, es que no me lo voy a poner. Solemos acumular muchos “por si acaso…” y acabamos sin ropa para nuestra realidad actual. Muchas veces son simples recordatorios de que ya no nos vemos como antes, otorgándoles un valor superior que el respeto por nuestro propio cuerpo. Fuera con todo eso.
27.- Agradece
Desde hace ya más de dos años sigo un diario de agradecimientos. Cada día escribo tres agradecimientos relacionados con el día. Al escribirlo tomo más conciencia de ellos y reflexiono con más profundidad. Pero también puedes pensarlos. Eso sí, siéntelos con firmeza. Es una forma de cuidado personal maravillosa.
28.- Haz pasatiempos
Crucigramas, cruzadas o sudokus. Es un ejercicio mental fantástico que nos permite desconectar de aquello que nos preocupa, concentrándonos solo en buscar las soluciones correctas. Hazte con una revista de pasatiempos y tenla siempre a mano. Nuestro cerebro también necesita ejercicio y es otra manera más de fomentar el autocuidado.
29.- Escribe tu propia lista ta-da
Al igual que están las listas de to do, llenas de quehaceres diarios, por qué no escribes una lista de ta-da. De todo aquello que has hecho a lo largo del día. No te quites méritos. Todo cuenta; hacer la comida, las camas, bañar a los niños, hacer la compra, llevar al niño al parque, … No te centres en lo que hay que hacer, sino en aquello que haces sin que nadie te lo pida o te lo reconozca.
30.- Haz tu cama
Si como yo, ya la haces diariamente sin recordatorio alguno, sáltate este punto. De lo contrario has de saber que hacer tu cama cada día te reporta una gran satisfacción. Verla ordenada prepara tu mente para el día. Y al llegar la noche agradecerás cada pliegue estirado.
31.- Date un masaje en los pies
El cuidado físico juega un papel muy importante en el autocuidado. Finalizar el día mimándote es muy agradable. Un poco de crema y mimar la plantas de tu pies, esos mismos que llevan todo el día sosteniéndote. Hazte el masaje como se lo harías a tu hijo o a tu hija. Con la misma dedicación, atención y mimo. Cuídalos, mañana te volverán a sostener.
32.- Dibuja
Dibujar o pintar son unos ejercicios super relajantes para calmar la mente y nuestra voz interior. No hace falta que seas un gran artista. Puedes dejar que tu mano decida que dibujar o seguir algún tutorial.
33.-Llama a algún amigo o amiga del que hace mucho que no sabes
Las rutinas nos alejan y de aquella amiga o amigo con el que antes hablabas sin parar, hace tiempo que no sabes nada. Es normal. Siempre nos acordamos en horas intempestivas. Así que en ese momento anótatelo y así tendrás el recordatorio para esa llamada que tan bien os hará a ambas partes.
34.- Deja una nota sorpresa a tu hijo o hija
Bien debajo de la almohada, en el espejo para que la vea al levantarse o en el tupper del desayuno. Una nota llena de cariño y reconocimiento. Será un regalo de amor que vendrá en tu sentido también, porque tu peque te lo devolverá en abrazos, besos y en algún dibujo u otra nota para ti.
35.- Ayuda a alguien
Regala tu tiempo, atención y amabilidad a otra persona. Te hará sentir muy bien. Nos permite conectarnos con otras personas y esa amabilidad y ayuda, se nos verá recompensadas.
36.- Hazte un tablero de inspiración
Piensa en todo aquello que te motiva, inspira o quieres conseguir. Recréalo en un corcho o cartulina. Déjalo a la vista para verlo cada día. Hazte con fotos o recortes para poder crearlo. Este será tu motor diario. Ve a por ello. El autocuidado de las mamás puede venir por diferentes caminos.
37.- Di NO
Sabemos que para poder autocuidarnos debemos priorizar y eso significa que no podemos llegar a todo. Es imposible. Lo sabemos y también sabemos que cuando lo intentamos, “morimos” en el intento. Así que di NO. No es necesario hacerlo todo o ayudar a todos. Siéntete a gusto respondiendo no. Libérate de otra carga más.
38.- Ve tu película favorita
Ese clásico que te hace disfrutar y te permite rememorar buenos momentos. No es sólo ver ese película o el tiempo de desconexión, sino también el de reconectar con tus otros “yo” que la han visto en diferentes momentos de tu vida.
39.- Planifica el menú semanal
Si hay algo que agradezco diariamente es no tener que pensar qué voy a comer ese día. Una vez a la semana me siento y planifico el menú de las comidas y las cenas de toda la semana. Siempre en función de lo que hay en la despensa y en el frigorífico. Y, por supuesto, esto me ayuda a hacer mi lista de la compra de manera práctica y coherente. Así que al planificar, ahorro tiempo y dinero. Mira cómo lo hago de manera muy fácil.
40.- Sueña
Tener sueños nos motiva, nos ilusiona. Así que no dejemos de soñar. Crear un tablero en Pinterest te permite recoger en un solo sitio todas esas ideas y aspiraciones; un viaje fantástico, una habitación nueva, …. No lo sientas como algo que puede frustrarte por no conseguirlo, sino como un impulso para ver hasta dónde lo consigues.
41.- Visita al médico
Estoy convencida de que tienes aplazada alguna que otra visita médica; ya sea al dentista, ginecólogo, podólogo. Esas citas que vas posponiendo porque no son urgentes y priorizas las necesidades de los demás. Tu salud es tuya, depende de ti. Si no estás bien no podrás cuidar. Así que ya sabes.
42.- Crea una lista de reproducción
Ya hemos hablado de cantar y bailar, pero para eso vamos a necesitar una buena lista de reproducción. La nostalgia y los recuerdos te acompañarán mientras la creas. Rememora tus canciones, las que cantabas y bailabas. Cuando las escuches sabrás cuánto las echabas de menos.
43.- Hazte un café o un té elegante
Cuida de ti misma preparándote ese café o té tan especial para ti. Puedes batir leche y añadirla, o un poco de caramelo, o unas galletas trituradas por encima. A mí me encanta hacer mi propia versión de un cúrcuma latte. Esos pequeños placeres pensados para nosotras.
44.- Hazte un SPA
Si tienes bañera en casa esta opción es más que recomendable. Un baño relajante con velas, sales, música tranquila. Poco importa que tras la puerta del baño reine el caos habitual. Ese momento es para ti. Busca el hueco ideal o a alguien que se encargue de tu hijo o hija, y disfruta. Si no tienes bañera puedes, igualmente, recrear el ambiente y aplicarte un exfoliante corporal antes de la ducha o algún otro tratamiento.
45.- Ve de escaparates
Fíjate que ya no digo ni ir de compras. Simplemente pasea y mira escaparates, sin estrés. Paséate mirando y soñando con lo que te apetecería comprarte. No sé tú, pero siempre suelo encontrar más cosas que me gustan cuando voy sin un propósito concreto, que cuando voy de compras.
46.- Pide un abrazo
Las personas necesitamos contacto, por eso pedir un abrazo puede ser uno de los mejores autocuidados. Estamos reconociendo que estamos cansadas, que nos sentimos desbordadas, o solas. El contacto con otro ser querido, ya sea tu pareja, tu madre, una amiga, nos hará sentir bien inmediatamente.
47.- Rodéate de plantas o flores
Un bonito ramo que alegre el salón o unas plantas que aporten verdor, son unas buenas técnicas de autocuidado. Algo bonito y con vida que nos rodea. Si no tienes mucha mano para las plantas no te preocupes, un ramo no necesita grandes cuidados y si eliges siemprevivas mucho menos. Y con respecto a las plantas siempre puedes decantarte por un cactus o alguna otra que no requiera grandes cuidados. En la floristería o en el vivero estarán encantados de aconsejarte.
48.- Planta algo
Esto puede ser todo un reto. Requiere de atención y cuidado, e incluso se puede implicar tu peque. La satisfacción de recolectar algo que has plantado y cuidado tú, no tiene precio. Ya sea una planta aromática, una tomatera o cualquier otra opción que se adapte a tu espacio. Además, es un proyecto en el que se puede involucrar tu hija o hijo. Si no tienes mucho espacio, puedes consultar en esta publicación cómo plantar un mini huerto en casa.
49.- Hazte una foto
¿Cuánto tiempo hace que no te haces una foto? Pues arréglate tal y cómo te gustaría salir en la foto y hazte una. Puede ser un selfie o que le pidas a alguna amiga que te la haga.
50.- Aromatiza tu casa
Los aromas nos transmiten calma y relajación. Ya sea con velas aromáticas, con incienso o con un difusor de aceites esenciales. Busca ese aroma que tanto te gusta y te aporta. Personalmente, soy una obsesionada de los buenos olores en casa. Así que siempre ando con los aceites esenciales Por aquí te dejo un vídeo para que aromaticemos nuestras casas.
Como ves son todas ideas y recursos de autocuidado muy sencillas y fáciles. Sin tener que salir a comprar o gastar. Asequibles y cómodas. En función del tiempo que tengas, decídete por una u otra. Según la edad de tu peque. los horarios y las rutinas, a veces podrás elegir una o no. Pero no pasa nada, guárdatelas y ten siempre presente toda la variedad de ideas que tienes para tu propio autocuidado personal. Cuídate de ti.