Cómo ayudar a los niños a fomentar su autonomía
Fomentar la autonomía de los niños y niñas es fundamental para favorecer su desarrollo cognitivo, potenciar su autoestima, su seguridad y fortalecer todo tipo de destrezas y habilidades, tanto a nivel psicomotriz, como social.
Cuando nuestros hijos e hijas son capaces de hacer por sí mismos todo tipo de tareas, el concepto que tienen sobre sí mismos crece. Desde tareas cotidianas, como la higiene personal, la hora de comer, vestirse, …. Son aspectos fundamentales en su desarrollo y crecimiento personal. Dejan de ser dependientes para convertirse en seres autónomos.
Cómo fomentar la autonomía en los niños
Sobre los dos años de nuestros peques, los padres comenzamos a escuchar el famoso “Yo solito/a”. Una frase con la que comienzan a reclamar su autonomía. Sus ganas de aprender, de desarrollar sus tareas por sí mismos, deben ser aprovechadas por los adultos para favorecer su autonomía.
Cuando son pequeños, lo mejor que podemos hacer es preparar el ambiente de nuestro hogar, para propiciar esa autonomía de manera segura. Eliminar los elementos peligrosos y adaptar elementos de las tareas cotidianas de nuestros hijos e hijas a su edad y tamaño.
- Un cajón o estante en la cocina para sus cosas
- Banco en la cocina y el cuarto de baño para que lleguen con comodidad
- Paños o elementos de limpieza a su alcance para limpiar o recoger
- Zapatos con velcros para que no se frustren al intentar ponerse los zapatos
- Libros y juguetes en estantes bajos para que ellos solos se gestionen sus juegos
- Materiales apropiados a su edad
- Ropa fácil de poner
- Encargarles del cuidado de las plantas
A medida que van creciendo podemos añadirles más tareas en función de sus habilidades e intereses.
- Hacer la lista de la compra
- Encargarse del reciclaje del hogar
- Responsabilizarse de tareas domésticas
- Prepararse la mochila y la ropa
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Cómo ayudar a fomentar la autonomía de los niños
Para que los niños y niñas ganen autonomía y, por tanto, desarrollen su autoestima, debemos ayudarles proporcionándoles todo tipo de oportunidades y actividades en las que participar aptas a su edad. Pero, también, debemos ayudar a fomentar la autonomía de las niñas y niños ofreciéndoles juegos y propuestas de actividades con las que desarrollar las diferentes destrezas y habilidades que les permitirán ganar esa autonomía.
Un niño podrá querer vestirse solo, pero antes sus dedos deben haber adquirido fuerza y destreza. Y, cómo se consigue, realizando tanto tareas básicas de la casa y las rutinas familiares, como haciendo todo tipo de ejercicios y actividades de motricidad fina. La motricidad fina le permite a los niños y niñas adquirir la fuerza necesaria en sus dedos y manos para poder abotonar una camisa, subir una cremallera o quitarse una camiseta. No es necesario que te compliques demasiado ya que puedes crear actividades y juegos de motricidad fina con materiales que ya tienes por casa y que se convertirán en toda una diversión para tu peque. Para que no te falten ideas aquí tienes un recopilatorio con más de 50 actividades de motricidad fina para niños y niñas.
Para que puedan sentirse más autónomos a la hora de vestirse necesitan paciencia, práctica y mucho juego. Las prisas no son buenas consejeras, por lo que practica en momentos de calma con estas ideas de juegos para ayudar a los niños a vestirse solos.
Dejar a los niños tomar decisiones favorece su autonomía
Pero, además de todo esto, que resulta tan importante para la vida diaria y autonomía de nuestros hijos e hijas. Hay también algo más que podemos hacer para favorecer la autonomía de los niños y es dejarles tomar sus propias decisiones.
Permitir que nuestros hijos tomen pequeñas decisiones a diario les ayuda a calmar su nivel de frustración ante el constante control de los adultos, se responsabilizan de sus decisiones con sus correspondientes consecuencias y, por supuesto, ayuda a su autonomía y autoestima.
Los niños necesitan tener algo bajo su propio control. Desde que se levantan, hasta que se acuestan tienen sus vidas decididas y controladas por los adultos. Por eso en muchas ocasiones sobrevienen muchos desbordes emocionales, las llamadas rabietas. Durante todo el día hacen los que les pedimos, sin poder tomar decisiones y esto, más pronto que tarde, acaba pasando factura en los peques y sus emociones.
Los niños necesitan autonomía, tener opciones. Esto no quiere decir que les dejemos que hagan lo que quieran en situaciones que no les corresponden. Pensemos de manera coherente y dejemos que tomen sus propias decisiones en temas no relevantes o en aquellos sobre los que podemos ser más flexibles.
En vez de decirles qué hacer, deja que toma decisiones sobre si quiere ir con la cremallera subida o bajada, con una coleta o pasador, con el pantalón rojo o verde, tostadas con aceite o mantequilla …
Limítate a ofrecerle dos opciones y que sean siempre cómodas para ti también. Para ellos es sentir que se les escucha y que su opinión importa.
El simple poder de preguntarles en estos detalles de sus rutinas y vidas les permite relajarse, sentir que tienen poder sobre pequeñas parcelas de sus días e ir ganando autonomía. Fortalecer estos sentimientos les hace sentirse “ganadores” en esas pequeñas batallas diarias que, normalmente, acaban en los consabidos “No”. Además, les ayuda, igualmente, con las consecuencias de la toma de sus decisiones. No siempre resultarán como ellos pensaban y aprender esto forma parte del aprendizaje de la vida.
Con lo que la relación y la gestión de las emociones de los niños mejora al fomentar su autonomía. Prepara el ambiente, observa, deja que tome decisiones y verás cómo irá asumiendo sus propias responsabilidades. La maduración y desarrollo de los niños comienzan con la confianza que tengamos en ellos y en sus posibilidades.