Un año contando, un año compartiendo, un año soñando, un año acercándoos mi estrella, un año creciendo junto a vosotros, un año de ilusiones, un año del blog.
Este blog que nació a petición vuestra, este blog que no quiso ser y al final fue, este blog que acoge y recoge a todos los que buscáis alguna palabra más cercana, algún cuento que os recuerde la maternidad real, este blog lleno de las actividades, inventos y lecturas de mi chiquitina. Ella, mi verdadera estrella, ella la que ha hecho brillar esto, ella la que cambió mi forma de pensar, de ser y la que me ha llevado hasta aquí, hasta vosotras.
Un año, un blog, un proyecto y mil ideas que aún están por venir. Un año en el que habéis acogido mis Manifiestos, haciéndolos vuestros, acercándolos a vuestros hij@s, dejando que mis palabras les acompañen en la maravillosa tarea que es crecer, aceptando que mis Manifiestos cambien el discurso tradicional y que os recuerden a vosotras, madres, que en esta compleja y bella labor de la crianza no estáis solas.
Un blog, que cuando contaba con tan sólo cinco meses de trayectoria, quedó sexto en los Premios Madresfera, en la categoría de Personal, porque vosotras así lo quisisteis, porque me votasteis, me llevasteis hasta esa posición impensable para mí en tan poquísimo tiempo. Me hicisteis soñar y os aseguro que este año, si me volvéis a acompañar, intentaré de nuevo rozar lo más alto de esa lista de vuestra mano, porque dónde yo llegue, dónde llegue este blog, llegaréis vosotras.
Estos cuentos con los que tanto os identificáis, pequeñas y breves historias porque la maternidad nos roba mucho tiempo, los ojos se nos cierran de cansancio pero que al leerlos, siempre me transmitís vuestras emociones y sentimientos, por eso, aunque mis ojos también se cierran, me pueden más las ganas de contar, de contaros, de estar, de haceros llegar todas esas historias que llenan mi cabeza y que descansan cada noche sobre la almohada impacientes porque les de vida. Unos cuentos que también han encontrado espacio en la revista Ser Padres, viéndolos publicados, viéndolos sobre papel y vosotras, ilusionadas, buscándolos.
Un blog, una madre, una inventora. Porque sí, este blog está lleno de inventos, de todos esos inventos de mamá, que de manera espontánea fueron surgiendo, creciendo y contagiándoos, y que ahora llena Instagram con ese hastag que todos conocéis #losinventosdemama. Un hastag, una Tribu, que ahora han ido un paso más allá y por fin se materializa en una web y blog propios. Los inventos de mamá, ese pedacito de mí que comparto con la mejor de las compañías y que forma parte también de la historia de este blog, de este año.
Un blog, un año, mil historias, anécdotas, sueños y amigas. Porque si algo destaco de todo este año es la AMISTAD, con mayúsculas. De la sincera, de la cercana, de la auténtica, de la que no hace falta que demuestre nada porque siempre está. Me siento orgullosa de todas las amigas que tengo, de todas las increíbles personas que he conocido, de la fortuna de poder contar con ellas, del cariño que me transmiten ya no sólo a mí, sino también a mi chiquitina.
Un año, un blog, seguiré contando siempre que estéis ahí. Siempre que vosotras sigáis contando conmigo. Gracias por todo mis queridas soñadoras. Gracias por llenar mi cielo de estrellas.
3 comments
Felicidades! Que sean muchos más, que aquí estaremos para leerte! Un besazo
Muchísimas gracias!!! Espero seguir divirtiéndome como hasta ahora y contar con tan fantástica compañía. Un beso 😘
¡¡Y por muchos más!!